El corredor cadete oriolano del Grupo Sime todavía se pellizca para comprobar que su primer triunfo como ciclista logrado el domingo en Los Alcázares no fue un sueño

Hugo Ortuño (Orihuela, 31 de Octubre de 2006) no olvidará nunca el día 22 de agosto. En esa jornada ya puede decir que logró su primera victoria como corredor. Fue en Los Alcázares y “gracias al apoyo del equipo, que supo frenar al pelotón, después de que yo atacara y abriera un hueco, pude levantar los brazos y celebrar un triunfo, el primero. La alegría fue tremenda”. Una victoria que vino acompañada con el premio en las metas volantes para el ciclista del Grupo Sime. Todavía cree que ha sido un sueño, pero con el paso de las horas se va convenciendo que tan sólo fue la primera de las muchas alegrías que le va a dar este deporte, aunque es consciente de que todo debe pasar por el trabajo diario a la hora de lograr metas personales y sobre todo corales, «ya que el equipo es lo primero».
En su primer año como cadete su progresión en el equipo calpino ha sido muy buena. Llegó a su actual escuadra procedente de la Escuela de Ciclismo de Almoradí y se define como un buen escalador que se defiende bien en el llano. Sus ídolos son Mathieu Van der Poel y Renco Evenepoel. Comenzó en el fútbol, pero gracias a la influencia paterna terminó encima de una bicicleta. «Este triunfo se lo dedico a mi familia y en especial a mis padres por estar siempre ahí apoyándome”, confiesa el corredor oriolano antes de señalar: “No puedo dejar del lado tampoco a mi equipo y a mis compañeros, que me ayudan siempre que pueden, y a mi director, que te dice las cosas claras y te hace centrarte”.
Finalmente, Hugo Ortuño hace un guiño a dos de sus compañeros. “No puedo olvidarme de Enric Rodríguez y Alejandro Baviera, que han sufrido caídas. Me gustaría que volvieran lo antes posible a darle a los pedales”.