Bart Jay «Júnior» Vandescasteele, el niño jinete que competirá el domingo en el Trofeu Fira de Santa Llúcia de Ciclocross

Este próximo domingo, en el XXII Trofeu Fira de Santa Llúcia de Ciclocross, que se disputa en Castelló de La Ribera, prueba de la Challenge de la Comunidad Valenciana de CX, participara el joven ciclista belga Bart Jay «Júnior» Vandescasteele de 18 años. En su currículum aparecen tres campeonatos de ciclocross de Flandes, en la cuna de esta modalidad, con el equipo Acrog-Tormans, posiblemente el mejor equipo del mundo en categorías inferiores.

Pero todo tiene su historia. Bart junior se pasó al mundo de la hípica en tiempos del Coronavirus o sea hace tres años, tras romperse la clavícula en el 2019 en una caida. Tienen su familia un negocio de caballos y se apuntó a este deporte con el sueño de ser algún día campeón olímpico con su país. En las pasadas Olimpiadas de la Juventud celebradas en Aquisgram el verano pasado Bart consiguió clasificarse como el quinto mejor jinete del mundo en categoría juvenil además de conseguir la medalla de plata por equipos ante 40.000 personas. Todo un éxito para él que en tan poco tiempo a escalado como la espuma y que apuntan desde su país que es una de las más firmes promesas de este deporte que está considerado tan importante como el ciclismo o el fútbol.

Durante estas semanas, Bart se encuentra en el Complejo Hípico de Oliva Nova donde disputa las competiciones de invierno en las que se encuentran alguno de los mejores jinetes del mundo como Ben Maher o Julián Epaillard, además de traer a sus caballos a un lugar más templado ya que estas instalaciones están consideradas como una de las tres mejores del mundo y recopila caballos en valor de millones de euros.

Pero al joven jinete aún le sigue picando el gusanillo del ciclismo y este mismo año tras los últimos tres temporadas sin haber cogido la bicicleta ha empezado a rodar y competir con el equipo Avía donde ha disputado varias pruebas juveniles como la Lieja-Bastogne-Lieja. El reconoce que el ciclismo es otra cosa, una materia totalmente diferente a la hípica donde el pulso cardíaco no tiene nada en comparación ni la musculación. «Yo era muy nervioso en la bicicleta y gracias a la hípica he podido controlar esos momentos de estrés como me recomendó mi madre. Volví al ciclismo a principios de años porque un preparador que también se encuentra en este mundillo de la hípica vio mis condiciones dentro del ciclismo. A partir de ahí he vuelto y he estado compitiendo este año en pruebas jínior del circuito belga», afirma.

Bart no se decanta por ningún de los dos deportes pero el ciclismo le da algo más que no le da la hípica, de todas formas está estudiando para sacarse la carrera de negocios y llevar en un futuro la empresa de sus padres. «Tras estar tres años sin competir se nota la diferencia de volver a ser lo que era pero tengo que pensar que es una diversión para pasármelo bien y nada más. Los resultados son lo de menos», sentencia

Texto. Jesús Sansaloni

Publicado por Julian

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra.

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