Pablo Ortega Sanz (Boadilla del Monte 10/02/2025) ha estrenado su palmarés como amateur en la Vuelta al Guadalentín a lo grande. En la prueba murciana, como Sub 23, ha ganado la general haciendo primero, tercero y segundo en las tres etapas que la componen y se ha llevado el maillot blanco de mejor joven. A imagen y semejanza de «El gran salto», libro que admira de Gervasio Deferr, ha conseguido darle la vuelta a una trayectoria complicada por diversos motivos. Después de no conocer la victoria desde la categoría júnior le ha tocado superar una mononucleosis en su primer año de Sub 23 y una úlcera y SIBO, en el segundo año. Esta victoria compensa el amargor de todas esas carreras en las tuvo que abandonar por culpa de la salud. Siempre confío en sí mismo y su equipo, el High Level Gsport, tuvo la paciencia para esperar su explosión. Como júnior ya demostró su valía ganando una etapa en la Vuelta a la Subbética y ser segundo en la general. Se impuso tambien Clásica Navas- Sant Boi, en una etapa en Circuito Cántabro, en dos de la Challenge Carballo y la general de esa vuelta y un cuarto puesto en el ranking nacional en su segundo año. Lo mejor está por de llegar.
-¿Cómo se inicia en este deporte? Mis comienzos en el ciclismo son a través del BMX desde los 7 años. Tenía un juego en la playstation 2 de motocross y quería hacer lo mismo en la vida real. Mi padre me apuntó a lo más parecido pero en vez de practicarse con motos era con bicicletas. Con 15- 16 años empecé en el ciclismo de carretera gracias a un amigo de mi pueblo que ya lo practicaba. Desde que hago carretera he estado en el Sanse UCS, Entrenamiento Ciclismo y en el High Level Gsport.
-¿Por qué eligió al Gsport para estrenarse como Sub 23? Escogí el equipo en el que estoy porque me llamaba mucho la atención desde fuera, veía un equipo sólido donde el objetivo era claro, ganar carreras, lo cuál me motivaba y sentía que podía aportar. Quiero aprovechar este momento para agradecerle a mi equipo la paciencia que ha tenido conmigo y nunca dejar de confiar en mí.
-¿Cómo se define como corredor? Me considero un ciclista capaz de hacer todo a un alto nível, me adapto a todos los terrenos subiendo, llaneando, sprintando y me defiendo bien en las bajadas, soy un ciclista polivalente. Me gustan las etapas de media montaña o cuando las condiciones son exigentes.
-¿Qué resumen hace de la pasada campaña? El año 2024 ha sido un año muy complicado, habiendo superado una úlcera y el SIBO, era incapaz de mantener una estabilidad, hasta que dí con el problema que tenía fue un proceso largo y la temporada pasó volando. Estuve la temporada arrastrándome a cada carrera que iba incluso retirándome de la gran mayoría de ellas. Al igual que lo fue mi primer año en la categoría en 2023 donde superé la mononucleosis. Estos dos primeros años han sido complicados y me han privado de mostrar cual es realmente mi potencial.
-¿Qué objetivos se marca para 2025? El primero era levantar loss brazos es una etapa en Vuelta al Guadalentín, el cual he conseguido además de haber ganado la General. También quiero ganar en la Copa de España. Sé que la general es complicado pero me siento capacitado como para ganar alguna carrera de las que la componen. Me gustaría sentirme participe en las victorias de mis compañeros ayudándoles en todo lo posible. También quiero competir con la selección española, representar a mi país me parece lo más grande que hay en este deporte.
-¿Quiénes son sus ídolos? Tengo muchos, no podría decantarme por uno. En el ciclismo tengo como referentes a Luis León Sanchez, Victor Campenaerts, Kasper Asgreen, Lachlan Morton, los hermanos Yates, Carlos Verona, Bjorn Riley, tengo muchos la verdad… Fuera de este deporte, Cristiano Ronaldo, Rafael Nadal y Fernando Alonso.
-¿Cómo es Pablo fuera del ciclismo? Seguramente sea diferente a un chaval cualquiera, no soy muy de seguir las modas o lo que todo el mundo hace y tiene preestablecido que es lo normal. No me preocupa no ser uno más de la sociedad. Una de mis pasiones fuera de la bici es la de pintar, me encanta dibujar y en cierto modo es una vía de escape donde reflejo mis emociones. También me
encanta la música, en general, podría considerarme adicto a ella, hay géneros que me gustan más que otros, los que más escucho son el Trap, Rock and Roll y Reggae. No soy mucho de leer pero reconozco que cada vez lo práctico más y más, mi libro favorito es el de Gervasio Deferr “El gran salto”. En resumen, soy un apasionado de todo lo que refleja arte. Y por supuesto, estar con mi familia y mis amigos no tiene precio, es algo
fundamental para mi. En cuanto a mis estudios los he compaginado con el ciclismo terminando bachillerato y realizando un grado superior de Técnico Superior en
Acondicionamiento Físico que he acabado el año pasado.
Mi Vuelta. Pablo Ortega. Ciclista del High-Level Gsport
La Vuelta al Guadalentín es una prestigiosa vuelta que se convirtió en uno de mis primeros objetivos para esta temporada 2025 y que desde que acabé la pasada temporada he estado trabajando queriendo mostrar una buena condición. Además, al ser la primera vuelta sub 23 en España le añade un extra de dureza porque todo el mundo viene con ganas de exhibirse después de los meses de pretemporada. Murcia, la provincia donde se disputa, es una zona de terreno comanche, no tiene puertos largos pero se va acumulando fatiga por el viento, carreteras estrechas y diversos factores que endurecen el competir allí, lo que es algo que creo que se me da bien y hace que me guste. Aquí va como viví las etapas desde mi punto de vista.
-Etapa 1: Una etapa que sobre el papel no parecía gran cosa siendo plana en su mayoría y con tan solo un puerto de 10’ a falta de 25 km donde el fuerte viento sería realmente el protagonista del día. En los primeros kilómetros de la etapa el viento sería a favor y lateral, perfecto para hacer abanicos y formar cortes en el pelotón donde mi compañero de equipo Pau Domenech y yo supimos estar en el momento clave y estar presentes en el corte que llegaría a meta a falta de 70 kms de ella. A los 20/25 corredores que estábamos presentes en el corte nos interesaba llegar a meta por lo que la colaboración por parte de todos fue clave para llegar. Los instantes finales de la carrera fueron decisivos ya que los ataques eran constantes pero supimos gestionarlos a la perfección. El final se resolvería al sprint donde confiaba bastante en mis posibilidades y el cual me favorecía picando para arriba
constantemente. En el momento que vi el arco de meta a falta de 400 metros tuve la sensación de que iba a ganar, no iba a dejar que nada ni nadie me lafuese a arrebatar, iba adelantando corredores cada vez más y más rápidohasta que segundos más tarde estaba cruzando la línea de meta en primera posición alzando los brazos y eufórico a la vez, después de estar desde la categoría Junior sin ganar, tras superar la mononucleosis mi primer año de sub 23, una úlcera y SIBO el segundo año, todas esas carreras que tuve que
abandonar por culpa de la salud y que pese el resultado que fuese seguía trabajando y confiando que algún día le daría la vuelta a la tortilla, se me vino todo de golpe y no pude contenerme de la emoción.
-Etapa 2: Salíamos de líderes, con el equipo super motivado, la etapa transcurría nerviosa y rápida pero donde me encontraba muy tranquilo sabiendo el equipo que tenía y todo lo que estaban trabajando y esforzándose por mi. El objetivo principal era mantener el maillot de líder y más tarde si podría darse la situación, ganar la etapa con Joan Cadena donde me ofrecí voluntario en realizar el papel de último lanzador. Llegados los estantes finales y el equipo al completo decidimos ir a por la victoria donde todo estaba saliendo perfecto para llegar al sprint con Cadena, es ahí cuando entramos al último kilómetro y estaba con mi sprinter a rueda, listos para el lanzamiento. Los metros finales pasaron muy deprisa y se nos echó la meta encima, le lancé tarde y perdimos la oportunidad, hicimos tercero y cuarto, la frustración era inmensa habiendo perdido esa etapa tácticamente y no por fuerzas, no sabía cómo disculparme por haber lanzado tarde y perder esa victoria. Lo positivo del día fue que mantuvimos el maillot de líder y no sufrimos ninguna caída de ninguno del equipo pero se nos quedó esa espina clavada.
-Etapa 3: Llegados a la última etapa, siendo líderes y conociendo el recorrido del año pasado llegábamos muy ansiosos a la etapa. Los ataques y los intentos de fuga fueron constantes pero una vez más, estaba ahí mi equipazo, controlando la carrera en todo momento y tomando las riendas de la carrera. En los últimos 60 km se produjo un corte peligroso donde se encontraban dos corredores que estaban empatados a tiempo conmigo y se produjo la posibilidad de que perdiéramos la vuelta, allí estaba mi compañero de equipo Miguel Moya que más tarde sería uno de los momentos claves para ganar la vuelta. La distancia con la fuga aumentó hasta los 2’ donde sí que vimos peligrar la vuelta y decidimos ponernos a tirar con todo. Llegados al puerto final y mi equipo habiéndose dejado lo último en el llano previo me encontraba solo, por lo que decidí arrancar y tras un buen ataque y una buena bajada pude contactar con la fuga de unos 8 corredores donde estaría mi último hombre, el gran Moya. Los últimos 10km se los hizo tirando solo distanciando cada vez más y más al pelotón y alejando a los demás candidatos a ganar la vuelta. El final de la etapa era la ascensión al castillo de Lorca que tendría 1km y pico de distancia, un final explosivo pero que se me daba muy bien también. Moya me dejó a pie de subida y decidí arrancar sin pensarlo, desde abajo y sin mirar para atrás. Nos quedamos tres corredores y acabé segundo. No se me va a olvidar en la vida las caras demis compañeros al cruzar la línea de meta y decirles “Que hemos ganado la Vuelta».
PD. Quiero agradecer de corazón a todos mis compañeros de equipo por su esfuerzo e implicación, estoy esperando ansioso de devolveros el favor y tener el placer de trabajar para vosotros igual que lo habéis hecho por mí. También a mi director, entrenador, todos los miembros del staff del equipo, a mi familia y mis amigos por siempre estar ahí, sobre todo en los momentos más complicados.
ALICANTE Con el PLATO GRANDE 