ENTREVISTA. Miguel Juan Castellano. Ciclista del Netllar Telecom Alé

El corredor alteano del Netllar Telecom Alé, Miguel Juan Castellano, en su cuarta y última temporada como sub 23, ha tenido la oportunidad de disputar como “stagiaire”, con el Bahrain Cycling Academy, el Tour Savoie Mont Blanc y la 97 edición de Prueba Villafranca–Ordiziako Klasika (1.1), en la que coincidió con su excompañero Eusebio Pascual. Tras el parón provocado por el COVID-19 regresó en la Vuelta a Zamora en la que estuvo metido en la escapada buena, en la tercera etapa, de la que salió el vencedor final de la carrera castellanoleonesa. Corrió el Nacional como hombre importante de la Selección Autonómica de la Comunidad y demostró que su evolución hacia el profesionalismo era la adecuada. Tan sólo, en la recta final de la campaña 2020 le faltó la chispa que tuvo al principio después de un año complicado en la que el hecho de competir de forma regular le pasó un poco factura como a muchos de los integrantes del pelotón élite y sub 23. Más luces que sombras en una campaña que le ha servido para acercarse un poco más a su sueño: Ser profesional. Siente que 2021 será clave en ese camino.
-¿Qué balance hace de la temporada 2020?
Yo diría que positivo, a pesar del año que hemos vivido. He tenido la oportunidad de competir bastantes días y eso siempre es bueno. El equipo nos ha apoyado bastante durante toda la campaña y he notado que voy creciendo como ciclista.
-¿El hecho de tener la oportunidad de competir con un equipo Continental fue un paso más hacia su sueño?
Está claro, fue una gran espaldarazo a mi trayectoria y subir un peldaño más hacia donde quiero llegar, ser ciclista profesional. Tengo que agradecer al Bahrain y a la Fundación Benicadell esta oportunidad de correr arriba.

«Tengo que agradecer al Bahrain y a la Fundación Benicadell que me dieran la oportunidad de disputar dos carreras con los profesionales»
Miguel Juan. Ciclista
-Con el parón en medio, ¿ha sido una campaña muy complicada?
Sí. Más que nada por la incertidumbre que teníamos de saber si íbamos a poder competir o no. Te hacías muchas preguntas y a veces la cabeza te decía que para que vas a entrenar si no hay competición. Teníamos ahí el calendario y cuando parecía que todo estaba para correr una carrera se suspendía o la aplazaban para más adelante. La verdad es que se hizo duro.
-La falta de carreras de forma asidua ha provocado en muchos ciclistas que no rindieran como esperaban. ¿Ha sentido dicha situación?
Al principio del año iba por el buen camino, pero el parón fue un golpe anímico muy duro. Cuando volvimos a la competición las cosas seguían más o menos como a principio de año, pero los dos últimos meses se me hicieron muy difíciles, no encontré esa chispa y fuerza que tenía al principio
-El año que viene será élite, ¿a qué aspira en 2021?
Lo primero espero que la situación mejore y que tengamos una temporada medio normal. Espero estar delante, ser lo más regular posible y poder dar el salto al profesionalismo