
Sandra Alonso (Ceratizit) tenía previsto disputar el miércoles la Scheldeprijs, pero un resfriado la ha dejado KO. Ya recuperada de caída que sufrió en la Brugge-De Panne, que provocó que le dieran dos puntos en la rodilla, ahora un catarro no le permite ponerse el dorsal en prueba belga. Su próximo objetivo será la Roubaix, el 16 de abril.
Vuelve, en su segunda edición, la versión femenina de una de las pruebas belgas que da en llamarse como ‘Campeonato del Mundo para sprinters’. Menos exigente en cuanto a tramos adoquinados, la complicación técnica seguirá siendo alta en un Scheldeprijs (o GP Escalda) en la que Lorena Wiebes (DSM) fue la vencedora, en el estreno de la carrera en 2021.
Antes de llegar al circuito final en Schoten (3 vueltas de unos 17 km cada una), las corredoras deberán afrontar numerosas zonas desprotegidas frente al viento. Es aquí, junto con una serie de zonas técnicas, donde la carrera puede romperse antes del final a base de ataques y abanicos. En el bucle final, dos pequeños tramos de pavé añaden algo más de ‘chispa’ a la carrera.