JOSEP TOMÀS I JUAN. Corredor del Netllar Telecóm Alé

Día 12. HIIT a orillas del pantano de Beniarrés
Te levantas, te pesas, te tomas las pulsaciones en reposo, desayunas, anotas como te sientes, cuánto y cómo has dormido y te subes al rodillo. Cuarenta minutos de lo que se preveía una pesadilla, pues el año pasado hice, a las orillas del pantano de Beniarrés, el mismo HIIT sobre la bici que tenía hoy. Uno de los entrenamientos más intensos donde debías dar el máximo en cada serie y donde los descansos no hacían sino mermar tu resistencia psicológica. En cambio, hoy, sobre el rodillo, las condiciones han cambiado. En cuarentena no es posible sacar esa potencia salvaje y anaeróbica tan característica de las primeras series del intervalo, de manera que los minutos sobre el rodillo se vuelven mucho mas placenteros.
Terminado el entrenamiento, la comida y el estudio, me he vuelto a subir al rodillo para hacer 45 minutos suaves, que tanto agradece el cuerpo cuando entras a la ducha. Al fin y al cabo, con esto de entrenar desde casa y no tener tiempo para hacer tiradas largas aumenta el número de días en los que tocan series, y las míticas rutas de “soltar las piernas” quedan restringidas a una tarde y un día por semana. Pero no es momento para lamentar pérdidas. Mañana, “descanso” de bicicleta para entrenar más a conciencia los otros músculos y ver los entrenamientos de la semana que viene. El domingo se cumplen las dos semanas de cuarentena y he quedado ya con la grupeta para hacer una ruta que se prevé épica.
Así, mirando siempre hacia delante y con la ilusión puesta en el mañana termino con una sonrisa esta entrada en el diario.