La corredora del Eneicat RBH Global mira con optimismo el futuro y confía en que pronto puedan volver a entrenar por las carreteras y que calendario de pruebas tenga fechas

La ciclista alicantina Sofía Martínez, que viste el maillot del equipo leonés Eneicat RBH Global, debutó la campaña 2020 disputando la Vuelta Femenina a la Comunidad Valenciana y, posteriormente, tenía previsto correr en Zaldíbar. Pero llegó el parón provocado por el coronavirus y se vio obligada a recluirse en su casa, abandonar los entrenamientos por las carreteras cercanas a San Vicente del Raspeig y centrarse en el trabajo diario con el rodillo como acompañante habitual. Un duro golpe para una deportista vital que encuentra su verdadero potencial cada vez que coge su bicicleta y tiene la oportunidad de pedalear con el sol como testigo.
Tras correr la pasada temporada en el Delikia Ginestar, Sofía deseaba dar un nuevo salto en su carrera y ese objetivo mantiene en su cabeza consciente de que cuando esto acabe tendrá tiempo para demostrar lo que lleva dentro. Fue campeona de la Comunidad Valenciana de júnior de primer año en contrarreloj individual y ganó el título nacional de pista en velocidad por equipos y el autonómico de puntuación en cadetes. Está convencida de que puede llegar lejos, le gusta el ciclismo y confía en que la situación provocada por la pandemia del Covid 19 acabe pronto y todo quede en un mal sueño.
Arrancó el año con el deseo de «ayudar al equipo en todo lo posible, aprender de la nueva categoría, sub 23, e ir cogiendo más nivel para poder estar ahí, dando guerra. Empezar el año compitiendo en la Vuelta a la Comunidad Femenina, en la etapa disputada entre Paterna y València, con profesionales me dio un plus de motivación de cara a un año importante. Es bonito estar al lado de las mejores y aprender de ellas, las mejores ciclistas del mundo».

Sofía Martínez reflexiona sobre su confinamiento:
«Está siendo duro y aburrido, para que mentirnos, levantarte, mirar por la ventana, ver que hace buen tiempo y tener que quedarte en casa haciendo rodillo no pudiendo disfrutar del día. Te desespera, ver pasar las jornadas y que la rutina sigue sin cambiar básicamente nada. Unos días rodillo, otros ejercicios de gimnasio en casa y, otros, ambas cosas un poco. Demasiado monótono. Aunque siempre sacando cosas buenas de todo esto. No cabe otra que seguir esperando para que todo termine bien y podamos salir a entrenar sin preocupación alguna. Y, de ahí, volver a nuestro calendario que tanto se está haciendo de rogar este año. Ánimo a todos».