El corredor del Lizarte Team ha debutado en sub 23 en una campaña de aprendizaje en la que espera tener la oportunidad de seguir creciendo como ciclista

Pepe Ginestar (Gata de Gorgos 15-02-2001) afrontaba 2020 como un año de muchos cambios. Abandonó su localidad natal para irse a Barcelona con el fin de estudiar Medicina en la UAB y dejó atrás cinco campañas de formación en la Peña Ciclista Beniopa para dar el salto a la categoría sub 23 en el Lizarte Team, consciente de que la escuadra navarra «es la mejor estructura posible para ayudarme a crecer”, ya que su objetivo no es otro que correr en profesionales en un futuro no muy lejano. El ciclismo lo lleva en vena ya que su padre es un gran aficionado al ciclismo y compitió hasta amateurs. Colgó la bicicleta para ir a la Universidad, pero luego se reenganchó a través de la categoría Máster y lleva una década patrocinando ciclismo con su concesionario Renault.
Pepe Ginestar es un buen rodador capaz de subir bien cuando está en forma y su mejor canción la quiere tocar con su trompeta, la que aprendió a manejar en el Conservatorio Tenor Cortis de Dénia, dando el salto al pelotón de los mejores. Todavía no tiene la partitura de dicha melodía, pero está convencido que con trabajo y dedicación todo llegará.
Debutó en la categoría sub 23 a finales de febrero en tierras vascas en la XII Zumaiako Saria y después corrió el XVII Ereñolo Udala Sari Nagusía. Llegaba justo de preparación tras sufrir una fractura de clavícula. Con el parón provocado por la pandemia del COVID 19 abandonó Barcelona y se refugió en Gata de Gorgos donde entrena junto a su hermana y trata de seguir las pautas marcadas por su entrenador para volver con más fuerza cuando esto termine.

«Afortunadamente, mi casa dispone de jardín en el que tanto mi hermana como yo, realizamos todos los entrenamientos, desde las sesiones de rodillo y core, hasta los estiramientos»
Pep Ginestar. Ciclista del Lizarte Team
Así vive su confinamiento Pepe Ginestar:
«Este confinamiento me pilló un poco por sorpresa. Había aprovechado que tenía unos días sin clase en la universidad, y me bajé a mi pueblo natal, Gata de Gorgos, a pasar lo que quedaba de semana con mi familia y luego, volver otra vez para Barcelona. Curiosamente coincidió que mi compañero de equipo Javier Ibáñez andaba por aquí y quedamos para entrenar el resto de semana. Hicimos dos días de fondo muy agradable por la costa y el interior de Alicante. Disfrutamos de una temperatura maravillosa. Pero después de estas dos salidas, el Gobierno decretó el estado de alarma y con esto, las salidas a la carretera terminaron.
Debido a esta excepcional situación, junto con la ayuda de mi preparador, adaptamos la planificación para poder realizar los entrenamientos indoor. La primera semana me resultó un poco difícil de sobrellevar, ya que estaba acostumbrado a salir todos los días para hacer entrenamientos de entre 2-5 horas. Pero a medida que pasaban las jornadas, iba adaptándome y mentalizándome de que este período tan difícil que estábamos viviendo, también lo superaríamos. Afortunadamente, mi casa dispone de jardín donde tanto mi hermana como yo, realizamos todos los entrenamientos, desde las sesiones de rodillo y core, hasta los estiramientos.
Ya llevamos cuatro semanas de cuarentena, y como el poder salir a la calle no depende de mí, lo que hago yo es preocuparme de lo que sí depende de mí, como puede ser realizar lo mejor posible las sesiones de entrenamiento, darle continuidad a los estudios mediante la docencia online y el autoaprendizaje, ayudar en las tareas de la casa y cuidar de la alimentación; para que cuando termine este periodo de confinamiento, poder salir lo más reforzado posible para afrontar el resto de temporada y de curso«.
Primera ruta larga que realizará Pepe Ginestar cuando esto acabe:
«Cuando “se levante la veda” no tengo pensado nada en especial, solamente salir a entrenar y seguir el plan de entrenamiento propuesto como cualquier otro día. Este confinamiento me ha enseñado a apreciar estas cosas tan rutinarias y sencillas como es salir a entrenar por nuestras carreteras».