JOSEP TOMÀS I JUAN. Corredor del Netllar Telecóm Alé

Día 32. Entrenar en la terraza, al aire libre, un lujo
Te levantas, te pesas, te tomas las pulsaciones en reposo, desayunas, anotas como te sientes, cuánto y cómo has dormido y te subes al rodillo. Esta vez para hacer dos horas de series que se preveían largas, pero que con la compañía de Carles se han acortado considerablemente.
Ha sido de gran ayuda también el hecho de haber podido salir a la terraza a entrenar, pues a falta de ventilador el poco viento que pueda soplar se agradece. Aunque parece ser que no durarán mucho tiempo las alegrías de entrenar “al aire libre”, pues la previsión meteorológica aparenta más negra e incierta que el futuro de esta cuarentena a nivel global.
Podría parecer algo malo, pero en el fondo resulta toda una alegría que llueva, y más si no podemos salir de casa. Con esto de paralizar completamente la actividad industrial a tan gran escala, parece ser que el planeta, si es que lo podemos entender como un ser vivo, se está recuperando de su particular coronavirus. Y aunque no se puede juzgar dicha recuperación basándose en puras creencias y observaciones locales, pues con las mismas reglas de este juego de niños, se podría argumentar con miles de ejemplos (como el del agujero que ha aparecido en la capa de ozono en el ártico, que es el más grande observado hasta la fecha) el empeoramiento del cambio climático en regiones diferentes a la mía, parece ser, que las noticias son positivas al respecto.
Como positivas parecen también las noticias acerca del coronavirus. El foco de atención en los noticiarios ya no recae tanto en la estadística sino en las políticas que está llevando el gobierno para salir del paso. Y aunque aún pueda faltar mucho para volver a la normalidad, el hecho de estar pensando ya en el futuro puede significar dos cosas: que este sea tal y como hemos previsto, o que el hecho de que haya cambiado el interés de las personas sea un mero impulso irracional, debido a la desesperación causada por un mes de poca actividad social. Esperemos que se trate de la primera opción