Los tres ciclistas aprovechan el parón de carreras para coger en tierras granadinas el nivel más óptimo posible para la segunda parte del calendario

Los corredores del Netllar Telecom Alé, Jorge Amorós y Javi Gil, y el del Cartagena-Patatas Pijo-Esetec, Antonio Lozano, viven sus últimos días de concentración en Sierra Nevada. Llegaron el 21 de julio y bajarán el próximo jueves, seis de agosto. Un entrenamiento exigente en la altitud de la montaña granadina que sirve para cargar pilas de cara a una segunda parte de la temporada en la que confían en que las distintas pruebas vayan fluyendo y puedan demostrar su valía encima de la bicicleta.
Los objetivos de los dos primeros son claros, demostrar que están preparados para dar el salto a profesionales. Su deseo no es otro que el de llamar a la puerta de los equipos de la máxima categoría con una buena hoja de servicios. El caso de Lozano es diferente, aunque no menos ilusionante. En su primer año en la categoría sub 23 sabe que tiene que aprender el oficio. Los tres competirán en Valladolid en la primera prueba de la Copa de España, tras el parón provocado por el COVID-19, el próximo día 9.
Antonio Lozano reconoce que “los días en Sierra Nevada pasan rápidos, entre entrenamientos, descanso y buen rollo con los dos amigos con los que comparto esta “concentración”. Así relata cada jornada de trabajo el alicantino: “Nos levantamos sobre las 8:30-9 para desayunar bien antes de ir a entrenar. Salimos juntos y cada uno realiza su trabajo. Luego llegamos, comemos y vemos la etapa de la Vuelta Burgos. Más tarde, bajamos a la plaza sobre las seis a comprar el pan para el día siguiente, tomar algo y charlar con otros compañeros ciclistas que también están aquí entrenando. Sobre las 8:30-9 subimos y cenamos para luego salir un rato al balcón a tomar el fresco y charlar los tres mientras vemos el paisaje”. Un buen menú para llegar “con un buen punto de forma a Valladolid para dar el máximo de mí y poder ayudar al equipo”.
El oriolano Javi Gil reconoce que “el día a día aquí es como en casa, pero con el beneficio que tenemos al estar trabajando en altura”. Cuenta que “estamos conviviendo tres amigos y cada uno tiene su rutina de trabajo y prepara sus entrenamientos. Solemos salir a las 10 de la mañana, volvemos y comemos. A la tarde tomamos café junto a otros ciclistas, muchos de ellos profesionales que se encuentran en altura como nosotros, y echamos unas buenas risas”.
Su objetivo en la sierra andaluza es “llegar bien a la prueba de la Copa de España de Valladolid y, sobre todo, para el Campeonato de España de Jaén que va a ser durísimo y para el que estoy preparándome”.

Finalmente, el pinosero Jorge Amorós reconoce que «estamos realizando un alto volumen de entrenos, aprovechando estas semanas sin competiciones. En los primeros días el trabajo fue menos específico, pero una vez aclimatados, el nivel ha subido muchos enteros y la exigencia es máxima. El plan es sumar días de calidad en altura para preparar las próximas competiciones”.
Amorós confía en estar en el Nacional con la selección autonómica, tanto en la prueba de ruta como en la de contrarreloj. De hecho, Kike Gutiérrez, desea hacer una prueba con él para la crono, que no pudo realizar la semana pasada al estar en Sierra Nevada.