El corredor del Essax deja un buen sabor de boca en una Vuelta a Extremadura que comenzó con los abandonos por caída de sus compañeros Alfonso Campoy, Sergio Soriano y David Torrella

Cara y cruz del Equipo Essax en la Vuelta a Extremadura que comenzó marcada
por las caídas y terminó con la buena actuación de Tomás Miralles. En la caída
multitudinaria de la segunda etapa se vieron involucrados seis de los siete corredores del conjunto sajeño y dejó fuera a Alfonso Campoy, Sergio Soriano y David Torrella, los tres con lesiones varias y fracturas. Lejos de darse por vencidos, los jóvenes ciclistas trataron de pelear por el protagonismo en carrera y al mal tiempo pusieron buena cara. Tomás Miralles mostró su solidez arrancando a menos de 10 kilómetros de meta en la tercera jornada, que albergó el final en alto en el castillo de Herrera del Duque. Por desgracia, su intento quedó neutralizado antes de las rampas más duras.

El corredor del Equipo Essax no se quedó con las ganas en la etapa final, jornada reina, pues probó suerte en un ataque desiete ciclistas que finalmente se jugaron los corredores en las calles de Moraleja. Allí, el alicantino se quedó a un paso al podio, concluyendo en cuarta posición. «Cerramos esta Vuelta a Extremadura con un balance
positivo», asegura Tomás Miralles. «La carrera empezó torcida con la montonera del segundo día, pues perdimos a tres compañeros y nos dejó los ánimos un poco bajos, pero supimos rehacernos y completar una buena ronda», concluye.