
El campeón de España Élite, Íñigo González, dio positivo con EPO (eritropoietina) y tramadol en la prueba elite y sub-23 de la Loinatz Proba de Beasain celebrada el pasado 4 de julio tras un control de la Agencia Vasca Antidopaje donde acabó tercero una semana después de colgarse la presea de oro en el Nacional. El organismo ha suspendido al corredor vizcaíno y propondrá un castigo de 4 años sin licencia.
La noticia -adelantada por la televisión pública vasca EITB- la ha confirmado su equipo en 2022, el Club Ciclista Padronés-Cortizo, que habló con su ya excorredor, el que exoneró a su entonces escuadra de toda responsabilidad. «Ante la gravedad de los hechos, el CC Padronés Cortizo se ha puesto en contacto con el corredor quien ha confirmado la información, asume su responsabilidad individual y exculpa a la entidad de lo acontecido».

Además, el conjunto gallego ha elaborado un comunicado en el que manifiesta «su más absoluto rechazo a la utilización de sustancias o métodos prohibidos de cualquier clase, respetando por encima de todo la igualdad en la competición, el espíritu y ética deportivos y la salud del deportista, mostrando además su compromiso inequívoco con la Ley Orgánica 11/2021 de lucha contra el dopaje en el deporte, poniéndose a disposición de las autoridades competentes para aportar toda aquella información que considere de interés para aclarar lo acontecido». El escrito concluye con su compromiso con el ciclismo limpio.
