El «sterrato» llega a la categoría cadete en Villamalea con ese halo de misterio que lo envuelve

La categoría cadete ya sabe lo que es combinar el asfalto con el famoso «sterrato» y lo pudimos disfrutar el pasado sábado en el Trofeo San Isidro de Villamalea. El seleccionador junior nacional Paco Cerezo animó a la organización de la prueba a añadir este ingrediente con el fin de que la categoría cadete vaya aprendiendo del actual ciclismo. Tenía mis dudas, pero pronto se me aclararon al comprobar como los corredores lo afrontaban sin percances y con facilidad. Apenas 400 metros y 10 pasos para sumar los 4.000 metros de terrero riguroso y pestoso donde se levantaba el polvo formando una nube con apenas visibilidad desde los coches de los equipos. Como muy bien escribía Jorge Matesanz, «lo bueno de la tierra (sterrato) es que el pelotón bucea en terreno de misterio, donde la mayoría se siente como pez fuera del agua. En esa imprevisibilidad está la belleza, el saber que el destino se escribe a cada pedalada y que no hay garantía de que la siguiente se produzca de la misma forma ni en el mismo lugar. Ni siquiera que se vaya a producir». Una sensación que ya conocen todos los ciclistas que acudieron el pasado sábado a Villamalea.. 

Desde el equipo alicantino Grau Pascual felicitanos a la organización y al mismo seleccionador nacional por el interés que el ciclismo base se prepare de cara a las nuevas exigencias del ciclismo. ¡Enhobuena!!