ENTREVISTA. Corredor del Brocar Alé. Subcampeón de España Sub 23
“Josep es un muy buen corredor, un gran compañero y si alguien se merece esto es él porque trabaja, es metódico y muy perfeccionista. Está muy comprometido con la bicicleta y esta temporada ya va mostrando el nivel que tiene y el grupo ya trabaja para él”. Palabras de José Vicente Peidró, director del equipo Brocar Alé, que definen como es el nuevo subcampeón de España de la categoría Sub 23. El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue el testigo de su hazaña el pasado sábado, 24 de junio, día de San Juan. Después de estar más de 100 kilómetros viajando en fuga finalizó segundo, por detrás de Unai Aznar, y superando a Fran Muñoz. Jorge Gutiérrez, que desde el grupo perseguidor, estuvo cerca de darles caza y se hizo con la cuarta plaza. Josep Tomàs ha dejado claro que está ahí entre los mejores y espera que le sirva para dar el salto al profesionalismo. Hay que remontarse a 2012 para ver a un alicantino en el podio del Nacional de Sub 23. En aquella ocasión, el villense Ramón Domene fue el vencedor y tuvo a su lado a Cristóbal Sánchez, plata, también nacido en la localidad de la provincia.
-¿No era una locura viajar en la escapada inicial?
No. Mi idea era estar por delante para correr como equipo con más tranquilidad. Si metes arriba, tus compañeros corren diferente y gastan menos. Esa era mi idea inicial. Por otra parte, si la fuga iba para adelante como yo pensaba, ya que iban dentro los más fuertes, tienes más opciones de ganar. En principio, iban corredores de Navarra, Cataluña y Euskadi y sólo se quedó sin representación Madrid. En el segundo paso por el puerto atacaron Unai y Fran y abrieron hueco. Cuando esto ocurre es que atrás no hay fuerzas. Entonces, me dije, o voy para adelante o ya no tengo nada que hacer. Arranqué fuerte y me puse a subir rápido. Los cogí e intenté irme solo. Ellos se entendieron y me cogieron. En ese momento lo tuvimos claro, a remar los tres juntos conscientes de que ya teníamos la posibilidad de conseguir metal si llegabamos juntos. Había que llegar los tres unidos hasta la rampa final del adoquinado para jugarse las posiciones. Teníamos información de que venía un grupo por detrás y si dudábamos estabamos muertos. Con más tiempo sobre los de atrás se podía haber jugado un poco más. El terreno de cara a meta era muy exigente y no podíamos ceder en el empeño.
-Una pena que detrás no viniera ningún compañero…
Era consciente de ello y me daba rabia. Me gusta jugar a la play y si tengo alguno detrás y confías en él la manera de actuar tuya es diferente. No pasas tanto a los relevos y es más fácil asegurar la victoria. De otra forma, la responsabilidad cae sobre ti y eso es muy complicado, sobre todo en mi caso que no estoy acostumbrado a esas situaciones. No pudieron estar, pero el grupo trabajó bien y de los años que llevo en la Selección ha sido el que mejor ambiente he encontrado. Pascual Orengo hizo un buen trabajo. En los Campeonatos de España se va a toda velocidad, no hay un margen para respirar. Por detrás hubo ciento y pico ataques, mis compañeros salieron a 70 y no pudieron coger el bueno. Son cosas de ciclismo. No puedo reprochar nada a nadie. Lo dieron todo y qué más hubieran querido Marc o Jaume, por nombrar alguno, que estar en la pelea final. Lo importante es que logramos una medalla de plata.
«De los años que llevo en la Selección ha sido en el que mejor ambiente he encontrado. Pascual Orengo hizo un buen trabajo»
Josep Tomàs
-¿Un final para no olvidar?
Hay gente que ve la raya meta cerca de meta y saca fuerza de donde no las tiene y a mi me cuesta más. En la rampa de cara al final el navarro (Unai Aznar) subió de manera impresionante. Luego en meta dice que no podía con el alma y me sacó quince segundos. Cuando arrancó el catalán e iba sentado en la bici en el adoquinado y miraba el potenciómetro veía 550 vatios, 500, 400… Miraba para adelante y me sacaban distancia. Esto no puede ser, me decía a mi mismo. Pensé en ese momento, o revientan los dos, y yo gano el Campeonato, o me sacan dos minutos. Iban de forma impresionante. El catalán sí que tuvo el bajón, pero Unai no cesó en su empeño y llegó en solitario.
-Y tu padre en meta…
Si. Fue a ver la carrera con un amigo y lo pasó mal en la última vuelta. Por las redes sociales leyó que nos tenían los perseguidores a nueve segundos. Bueno, despues al verme llegar la alegría fue tremenda. Una pena que no estaba la televisión para que todo el mundo hubiera visto la prueba.
-El segundo, según afirman los pesimistas, es el primer perdedor…
No es lo que más me gusta ya que de los segundos nadie se acuerda, pero tampoco puedo decir que no vale para nada. Creo que es un buen resultado y estoy contento de lo hecho. Para pasar a profesionales, que es mi objetivo más inmediato, me puede venir muy bien. Los que corremos en equipos que no son filiales como Caja Rural o Finisher lo tenemos más complicado. Nos cuesta hacernos ver en el pelotón y un resultado como el conseguido confío en que me ponga en el escaparate. Me gustaría correr este verano en un equipo como stagiare y espero cumplir mi sueño a final de esta campaña de competir con los profesionales. Es difícil que salga un año como el que estoy realizando y me gustaría poder competir arriba en 2024. ¿Si no paso? Tampoco me voy a rendir tan fácil. Lo intentaría de nuevo.
-Su progresión está siendo muy buena en la escuadra de la Fundación Benicadell…
A la gente le parece que esto es fácil, pero hay un gran trabajo detrás. Resulta fundamental la confianza que ha tenido en mí José, mi director. Primero, confío en mí para dar el salto a la categoría sub 23. Desde el primer año he ido a correr todas las pruebas, aunque no las terminara. Siempre estaba ahí dándome consejos y se la jugó conmigo durante cuatro años. Hay que gente que apuesta por un corredor y si la primera temporada no va se rinde. Nunca me ha faltado material. Esto no es fácil y hay que trabajar duro. En la Selección había seis corredores de primer año y la mitad estaban un poco desanimados y diciendo que con estos vatios no voy a llegar a ningún lado. Les dejé claro que tuvieran paciencia. Yo, el primer año, no estaba ni en la Selección porque había 20 corredores mejor que yo. Después, en las carreras me costaba terminar. Mi mejor puesto lo logré en una prueba en Cataluña en la que terminé 30. Durante estos cuatro años he trabajado duro y aquí están los resultados. Nadie regala nada y no hay que bajar los brazos nunca
Una trayectoria impecable
Esta segunda plaza en el Campeonato de España es un paso más de Josep Tomàs en su trabajo diario de llegar al profesionalismo. El ciclista de Muro de Alcoy llegaba al Nacional en un gran momento de forma después ganar el Trofeo Bahía de Mazarrón – Gran Premio Ricardo Fuentes. Dos años después de la victoria cosechada el 22 de mayo de 2021, como sub 23, en la primera etapa del Gran Premio de las Azores-Volta a Sao Miguel, competición en la lució la túnica de líder dos días. Estuvo a tan sólo doscientos metros de ganar la general, en la que terminó quinto y se llevó el maillot de primer joven. A la temporada siguiente, la de 2022, sus mejores resultados fueron: Séptimo en la general de la Vuelta a Toledo y en la cuarta etapa de la Vuelta a Madrid Sub 23; novena plaza en el Critérium de Lorca; y undécimo, en la Clásica Pascua-Padrón.
En 2023 había terminado en el puesto 26 en la Copa de España Élite y Sub-23, ocupó la cuarta plaza del GP Primavera de Ontur y finalizó séptimo en Santa Quiteria. La plata del Nacional es un paso más adelante en su objetivo de dar el salto al profesionalismo.
Llegó en 2020 al equipo de la Fundación Benicadell procedente del Giménez Ganga, equipo juvenil del Club Ciclista Sax, y tuvimos la oportunidad de contar con él durante 48 días escribiendo el “Diario de un ciclista en cuarentena”. Encerrado entre cuatro paredes, conviviendo con el rodillo, un ciclismo virtual en pleno auge y las tareas de la universidad, el corredor alicantino reflejó como nadie el sentir de un pelotón de ciclistas que en esos momentos veía como sus objetivos se frenaban en seco por culpa del COVID-19.
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