JOSEP TOMÀS I JUAN. Corredor del Netllar Telecóm Alé

Día 6. La mutación del ciclista.
Te levantas, te pesas, te tomas las pulsaciones en reposo, desayunas, anotas como te sientes, cuánto y cómo has dormido y te subes al rodillo. Te preparas consciente de que el entrenamiento de hoy será duro. 120 minutos en los que podemos incluir un test progresivo de potencia a la hora, unas series por debajo de dicho umbral, y otras, por arriba.
La falta de objetivos y la incertidumbre respecto de las competiciones venideras nos impide hacer un trabajo específico como hubiese sido norma a estas alturas de la temporada el año pasado. De esta manera, poco a poco, vamos mejorando la potencia aeróbica. Por otra parte, el tiempo que podemos ( los ciclistas ) dedicar a nuestra afición es mayor, y a falta de quedadas con las “grupetas” y rutas de 5 horas, muchos de ellos, yo incluido, estamos haciendo un trabajo complementario de core y gimnasio en casa, muy necesario y al que normalmente no se le presta mucha atención.
Desde luego ha sido difícil adaptarse a esta manera tan diferente de vivir el día a día, pero al final si algo tiene de fascinante el ser humano es que, como los virus, es capaz de mutar y de adaptarse a una vasta cantidad de situaciones distintas.
Me dispongo a hacer ahora, cuando termine de escribir este fragmento, una sesión de core como las que vengo haciendo estos últimos días, a beber mucha agua ( pues en el rodillo se pierden cantidades ingentes de líquidos y sales minerales) y a cenar sano. ¡Que aproveche!