Diario de un ciclista en cuarentena

Día 42. Con los dedos cruzados

Te levantas, te pesas, te tomas las pulsaciones en reposo, desayunas, anotas como te sientes, cuánto y cómo has dormido y te subes al rodillo. Para alegría de todos, hoy se unía al Skype de la “grupeta” Jose Marín, un amigo de esos que haces en carrera y que tanto agradeces tener. Hablando de todo un poco; contándonos historias de cuando corríamos en juveniles, imaginándonos las que nos esperarán en Sub 23 y soñando en llegar a profesionales, se han pasado las tres horas sobre el rodillo como si de una se tratase. Y por si fuera poco, hemos podido hablar también sobre la orografía que disfruta cada cuál en la “grupeta”, y que tal vez podamos disfrutar a partir del sábado que viene. Si tan sólo pudiera subir mi tan querido puerto de Tudons.

Pues una vez ya podamos salir a entrenar, se podría decir que habrá terminado la cuarentena de un ciclista. Como es nuestro deber descansar cuando no estamos entrenando, normalmente no solemos salir mucho más de casa, siendo así todo lo que hacemos en nuestro tiempo libre actividades relajantes como cocinar, ver películas y series, jugar a videojuegos…

Pero hay que ser cautelosos, pues las medidas adoptadas por el gobierno aún no están claras y cabe la posibilidad de que tan solo podamos salir en el término de nuestro municipio. Así que con los dedos cruzados, y esperando poder entrenar pronto con mis amigos en la bici,en vez de tener que hablar con ellos a distancia, termino hoy el día (A falta de cenar e irme a la cama, a seguir soñando).