El campeón autonómico, ciclista del Giménez Ganga, trata de ser positivo dentro de un pelotón júnior dispuesto a sobrevivir en medio de la incertidumbre

Las divisiones inferiores del ciclismo también están sufriendo en sus propias carnes el parón provocado por la pandemia del COVID 19. El inicio de campaña resultó prometedor para los ciclistas y equipos alicantinos júniors. Juan Ayuso (Bathco) comenzó como un tiro. El xabiense participó en cinco carreras y las ganó todas. Se adjudicó el Víctor Cabedo 2020 y se puso líder de la Copa de España de la categoría tras sus triunfos en Don Benito y Vila-Real. Destacar el trabajo realizado por su equipo, entre los que figuran los alicantinos David Cazorla y Mateo Del Castillo. Además, en la Copa de España, el Infiniobras Zafiro Team, nuevo en la categoría, se puso primero en la clasificación por equipos con 44 puntos, por delante del Ciudad de Talavera y del Kometa, que suman 39. Juan Marín, del Giménez Ganga, es segundo en la Copa de España con 91 puntos, por los 120 de Ayuso. Tampoco había que dejar de lado el trabajo del Club San Vicente Guijarro-Sporting Pursuits. No estaba teniendo la compensación esperada por caídas y diversos percances.
Pero todo quedó truncado de repente con el tema del COVID 19 y el pelotón júnior alicantino se ha visto obligado a confinarse y a esperar a que todo acabe. «Ahora sí que tenemos la carrera más importante que ganar, la del Coronavirus», afirma Severo Rodríguez, «alma máter» del equipo Infinobras Zafiro Team.
Son días de reflexión y de trabajo en la sombra sin saber qué pasará mañana. En la larga lista de ciclistas de la categoría que se encuentran en dicha situación de incertidumbre está el ibense Mario Granero. El corredor de Giménez Ganga luce el maillot de campeón autonómico que consiguió el año pasado en Jávea en su primera campaña como júnior. Se inició en el Club Ciclista Sax en cadetes y en su cuarta temporada encima de una bicicleta aspiraba a dar un salto de calidad en su rendimiento para hacerse un hueco, la próxima campaña, entre los sub 23.
Reconoce que «Contador es mi ídolo», dice que «admiro a mi paisano Rubén Plaza», pero en la habitación, en la que en los últimos días practica el rodillo, se puede apreciar una foto del esprint en el que Alejandro Valverde logró el título de campeón del mundo. «El murciano tiene mucha clase», sentencia.

«Los que estamos en el último año de juveniles afrontamos una temporada en la que debemos decidir si quieres dedicarte al ciclismo e intentar llegar algún día al profesionalismo«
Mario Granero. Ciclista
Reflexión de Mario Granero
«2020, un año que se preveía bonito se ha torcido. Los juveniles con su ilusión inacabable se disponían ya en los meses de octubre y noviembre de la campaña pasada a comenzar con el trabajo de fuerza invernal que prepara sus físicos para la próxima temporada. Nadie podía llegar a imaginarse que todo ese esfuerzo diario se vería frustrado por la pandemia global que a todos nos afecta y que vivimos confinados desde nuestra casa.
Todo iba sobre la marcha. Me había preparado con especial ilusión, pues es mi segunda campaña de juvenil y las ganas de hacer un buen año son inmensas, y más aún si eres el campeón autonómico de la categoría y sabes que te tocará defender el maillot con uñas y dientes. Como es costumbre inicio el curso corriendo alguna carrera social ya que considero que te dan un puntillo extra de cara al exigente ritmo que se da en nuestra categoría. Las medias hablan por sí solas, carreras de algo menos de dos horas a velocidades de 45 y 50 km/h, una auténtica burrada.
Una vez pasada la época de las sociales empieza lo bueno, las carreras de juveniles, y con ellas la prestigiosa Copa de España junior. Este año tenía el aliciente de que se había ampliado el número de pruebas de 6 a 9, y que daba inicio en la localidad de Don Benito. Precedía al Memorial Joan Bautista Llorens en Castellón, última carrera del atractivo Trofeo Víctor Cabedo que con tantos nombres conocidos cuenta en su palmarés.
Sin duda alguna la temporada ya estaba en marcha y, como yo, somos muchos los que no volveremos a correr el año que viene dichas pruebas porque nuestro paso por juveniles llegará a su fin. Es un salto que a todos les llega y que considero el momento en el cual si quieres dedicarte a la bici hay que apostar por el ciclismo e intentar llegar algún día al profesionalismo.
Todos soñamos con el Tour, la Vuelta, el Giro…, sabemos que no es un camino fácil y que mucha gente nos dirá que no podemos lograrlo, pero lo que no saben es que los ciclistas estamos hechos de tres cosas: constancia, sacrificio y esfuerzo. Estas tres virtudes además son también muy valiosas para la vida, porque es precisamente en los momentos difíciles, como los que vivimos a día de hoy, donde se ve la capacidad de rehacerse de cada uno ante las adversidades. Por ello mando mi apoyo a toda la comunidad ciclista y en especial a los jóvenes, porque este no es sino otro obstáculo más que debemos sobrepasar como si de el Tourmalet se tratase. ¡Ánimo a todos!«.